martes, 30 de abril de 2013

¿Cuánto vale tu tiempo?

Hoy no puedo comenzar dando los buenos días ya que desde que me he levantado han dejado de serlo. Esta mañana había un curso en la AGG de la Revista Gerencia en el que se iba a impartir una charla basada en las "Conexiones relevantes con el consumidor". La cita era a las 7:30 AM así que, con gran esfuerzo, estaba allí sentada a las 7:20 AM. Nos ofrecieron desayuno: café, "pie" de elote, fruta y empanadas pero mi paladar ibérico no sabe apreciar el gusto por tanto elote, ni en tamales, ni en tortillas y menos en "pie". 

A los 55 minutos de mi llegada, con la sala un poco más concurrida, la directora de la revista Gerencia expresó disculpas por el retraso e informó de un cambio en la conferencia. El instructor del taller inicial no iba a poder llegar y debían cambiar el tema a "Cómo conseguir conexiones en las redes sociales" esperando 20 minutos más al nuevo instructor. 

Cuando por fin comenzó, rápidamente me pude dar cuenta de la falta de preparación en la charla por parte del conferenciante. No digo que no sabía de qué estaba hablando pero todo lo que dijo en los restantes 45 minutos que duró no fue nada nuevo; cosas básicas que cualquiera que esté en el medio y tenga facebook conoce. Él mismo se jactó de que su tutor había sido su hijo de 13 años, hecho que después de 1 hora y cuarto esperando para que lleguen a "enseñarte" algo diferente y no lo hagan bien no te hace gracia. Elija mejor sus chistes cuando tiene a una masa enfurecida y sobretodo, cansada. 

Sinceramente, ¿no hubiese sido mejor cancelar el evento? Como dije en mi tuit: "El desayuno gratis no es suficiente para suplir mi sueño."

lunes, 22 de abril de 2013

Aprendiendo a tejer

El día ha llegado. Ya siento el sabor a polvo en mis papilas gustativas, la piel de mis manos cortada por la gravilla en suspensión y los ojos empañados por las partículas que danzan libres. El pórtico se abre lentamente y el miedo se apodera de mí. Veo la luz entrar y el vacío del coliseo. Recupero las fuerzas y con ímpetu escribo estas letras; ganas no me faltan. La Domadora de Palabras se presenta con cierto recelo e incertidumbre ante el futuro de este blog, deseando que el éxito haga presencia en sus escritos. 

Ave, los que van a escribir te saludan.