martes, 10 de diciembre de 2013

"El ambiente condiciona"

Desde hace mucho tiempo vengo escuchando esa frase de "el ambiente condiciona, el ambiente condiciona". Según eso, sólo te gusta la tarta cuando vas con amigos, o fumas cuando tomas una copa, o sólo bebes cuando parrandeas, o eres desagradable cuando ves a tu novio que, casualidades de la vida, tus padres detestan. Así es, el ambiente es el que modela tu personalidad.

Pues bien, yo creo que uno es quien es y tiene su propia personalidad. Al igual que el resto de la humanidad, tienes tus días buenos, tus días malos, el cocinero hizo mejor la tarta, o en ese momento te apeteció fumarte un cigarro cuando te atrajo su olor. Eso no significa que el ambiente te condicione si no que los factores externos producen reacciones en ti, no necesariamente siempre iguales.

Lo triste es que no sólo el "ambiente" provoca esas reacciones en las personas. Últimamente he tenido que darme cuenta "a las malas" de que la sociedad también te condiciona, o por lo menos lo intenta. Tienes que regirte bajo las normas de convivencia que rige la sociedad, hacer lo que dice la sociedad, vivir como vive la sociedad, comer lo que come la sociedad, vestir como viste la sociedad o si no; vas a la cárcel, te expulsan de tu casa, eres raro, tienes problemas y cualquier otro "desastre natural" que se te ocurra. Básicamente, tienes que ser su monito: "monkey says, monkey does".

Estoy cansada de vivir bajo las normas establecidas. Yo no sigo las normas. Las normas están para romperlas. No quiero ser una oveja más. Me crearon con un cerebro y la capacidad de raciocinio. Usémosla. No permitas que ni la sociedad ni nadie dictamine tu futuro.

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